Un año lleno de buenos deseos
Cada año que comienza es una oportunidad única para renovar nuestros anhelos y nuestras ganas de crecer.
Empezar un nuevo año en la escuela es llenarse de expectativas. A las familias, los chicos, los docentes y no docentes, a todos los que hacemos la escuela, nos invaden un montón de emociones y la esperanza de compartir un gran año.


Por eso, en quinto, se eligió iniciar el año partiendo de los deseos. Comenzamos por aquellos que involucran a cada niño, a cada niña y a sus familias. Además de los deseos personales de cada uno, investigamos sobre historias tradicionales que se relacionen con esta temática. Leímos, escuchamos, releímos, reflexionamos y nos esforzamos por «deshilar» la trama de cada historia. También escribimos las propias, las corregimos y compartimos con los demás. En el andar, se propuso ahondar en algunas tradiciones que muchos practicamos, pero que desconocemos su origen. Fue así como en grupos, las chicas y los chicos investigaron, compartieron sus descubrimientos, seleccionaron información, diseñaron y produjeron láminas informativas sobre la buena suerte de los tréboles de cuatros hojas, los doce deseos que otorgan las doce uvas de Año Nuevo, la tradición de soplar las velitas en los cumpleaňos y el deseo que podemos pedirle a una estrella fugaz si tenemos la suerte de verla pasar. Y por supuesto, luego de tanto trabajo, cada grupo expuso ante el resto del grado todo lo que habían aprendido.


Cuando trabajamos en grupo desarrollamos la comunicación, la autonomía, la escucha atenta. Debemos definir roles, hacer acuerdos, defender y argumentar nuestras ideas y también respetar las ideas de los demás. Es un arduo trabajo, pero consideramos que es indispensable en la formación de las nuevas generaciones…
Y los chicos y chicas de quinto… lo han hecho muy bien.
Seño Virginia.
